La muestra se transfiere utilizando una punta, y todos los reactivos de la prueba, así como los residuos generados después de la prueba, se sellan dentro del cartucho de reactivos, lo que permite un funcionamiento listo para su uso con alta bioseguridad. Además, el instrumento no tiene vías internas de líquido, lo que elimina la necesidad de limpiar la línea de líquido o los tubos.